jueves, 8 de mayo de 2014

Mándalas



MANDALAS


Consiste básicamente en una forma circular con formas geométricas concéntricas, organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos y pueden ser creadas en forma bi o tridimensional. En Oriente hay gran cantidad de templos realizados en forma de mandala.
Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente de quien medita en ellos.
Crear mandalas y meditar en ellos es un poderoso instrumento que potencia la creatividad, expande la conciencia y nos reconecta con nuestro Ser. Además nos ayuda a mejorar la comunicación con el mundo y nos permite desarrollar la auto-aceptación y la auto-observación de una manera natural e intuitiva. Nos centra, nos armoniza, nos hace sentir paz y  bienestar.
Quien realiza o medita sobre un mandala, comienza a descubrir y a comprender que cada parte del mandala forma parte de un todo y que cada parte del universo forma parte de uno mismo. Descubre en definitiva, la unidad de la que hablan todos los grandes seres espirituales, el verdadero significado de “todo es uno”.

COMO CREAR UN MÁNDALA?
La principal regla en la creación de un mandala es dejar fluir la imaginación, la creatividad, la energía, actuando de forma libre e intuitiva, sin preconceptos. Buscar un significado racional puede truncar el valor esencial del mandala.
El momento presente es el que cuenta y no lo que sepamos de colores y formas. Hay que dejar que los colores y las formas hablen a través de nosotros. El mandala es un reflejo de nuestro interior.
Necesitamos unos minutos de contemplación, concentración y calma, en un ambiente tranquilo y cómodo.
Debemos tener en cuenta su esquema básico: un círculo y cuatro puntos cardinales. Se puede variar la base y reemplazar el círculo por un triángulo, un cuadrado o un octágono.

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